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Ley Genius: Estados Unidos va a intentar regular las criptomonedas, pero eso no las va a librar del riesgo

Ley Genius: Estados Unidos va a intentar regular las criptomonedas, pero eso no las va a librar del riesgo

La normativa aprobada en el Senado de EE. UU. permitiría a grandes empresas emitir criptomonedas. Esto plantea un interrogante primordial, ¿estará garantizada su estabilidad?

El sector de las criptomonedas ha visto como una gran victoria la aprobación en el Senado estadounidense de la GENIUS Act (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins Act, Ley GENIUS), a mediados de junio de este año. Con esta ley, Estados Unidos pretende regular un tipo de criptomoneda conocida como stablecoin (cuyos precios están vinculados a una moneda física). Pero un análisis más detallado revela que podría ayudar a provocar un nuevo colapso económico.

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Descentralización: la base de las criptomonedas

Para entender la Ley GENIUS vamos a remontarnos a los primeros días de las criptodivisas. Estas surgieron como una moneda descentralizada cuya oferta, y por tanto su valor, no serían determinados ni por la Reserva Federal ni por el Banco Central Europeo, sino por un sistema informático complejo y globalizado.

La primera criptodivisa, y la más prominente, fue el bitcoin (2009). La idea era que sería un valor similar al oro, que se podría minar para proporcionar un suministro (casi) constante, ofreciendo un retorno a la era del patrón oro, cuando el valor de cualquier moneda se determinaba por el valor del oro y no por el de las economías nacionales.

Eso fue entonces. Hoy en día, la forma más benigna de definir las criptodivisas es como un casino. De hecho, la gente invierte en criptos precisamente porque no es estable y fiable como el oro, sino que su valor es volátil y puede dar lugar a enormes rendimientos de la inversión (pero también a grandes pérdidas).

Dado que a menudo los factores que determinan su precio no están claros, la inversión en criptomonedas es, esencialmente, una tirada de dados. Obtener beneficios con ellas puede ser tan probable como ganar a la ruleta.

La credibilidad de las criptomonedas

La industria de las criptomonedas comprendió que esa alta volatilidad (e imprevisibilidad) era un obstáculo para atraer a los inversores más cautelosos. Para aparentar estabilidad, las empresas empezaron a crear stablecoins: criptomonedas cuyos precios están vinculados a una divisa.

Así, imaginemos que una empresa llamada “T” crea su propia criptomoneda, llamada “t-coin”, y la vincula al dólar estadounidense a un tipo de cambio de 1:1. Si compro una t-coin su precio será el mismo que el del dólar, y sé que podré volver a la empresa T, cambiar mi criptomoneda y obtener 1 USD. Pero si la empresa no puede proporcionarme ese dólar, tanto la moneda como la empresa se hundirán y los inversores que compraron t-coins perderán su dinero.

Este tipo de colapso no es, ni mucho menos, hipotético. En Corea del Sur, en 2022, la stablecoin Terra, indexada al dólar estadounidense, cayó en picado desencadenando un cataclismo que, de la noche a la mañana, eliminó alrededor de 60 000 millones de dólares de los mercados internacionales de criptomonedas.

¿Criptomonedas seguras?

Hace varios años viví la experiencia de visitar un casino de Las Vegas. Al entrar cambié dólares por fichas (tokens), que utilicé en lugar de dinero dentro del casino. Si terminaba la noche con alguna ficha sobrante podía volver a cambiarla por la misma cantidad de dólares que me había costado. Una stablecoin es esencialmente lo mismo, pero con tokens electrónicos en lugar de fichas de casino.

Con la Ley GENIUS en el Senado de EE. UU., grandes empresas como Amazon y Walmart ya están planeando emitir sus propias stablecoin para que las utilicen sus clientes. Pero la idea de que las empresas tengan su propia moneda plantea serias dudas. ¿Se podrán utilizar los tokens de Amazon para pagar en Walmart (o viceversa)? ¿Será el valor de los tokens de Walmart el mismo si los uso para pagar en Amazon? Si cada gran empresa de EE. UU. decide crear su propio token, ¿qué token utilizar para cada transacción?

Dado que la Ley GENIUS regulará las stablecoins, la gente puede creer que todas son igual de seguras. Sin embargo, esto es imposible de garantizar y tampoco se sabe cómo aprovecharán las empresas sus stablecoins en su propio beneficio.

Volvamos al casino: durante mi visita, no me preocupaba que al ir a cambiar mis tokens a dólares el establecimiento no fuera a cumplir su parte del trato. Sin embargo, imaginemos que me llevo las fichas, vuelvo al casino la noche siguiente y me encuentro con que ha cerrado o no tiene suficientes dólares para pagarme. Ahí está el problema.

¿La próxima crisis financiera?

El mundo ha sufrido varias crisis monetarias en las que un país, en lugar de una empresa, emite una moneda vinculada a su economía. Argentina es un ejemplo clásico. De 1991 a 2002, su banco central estableció un tipo de cambio de un peso por un dólar. Este tipo de cambio, artificial e impuesto, distorsionó las relaciones comerciales con otras economías no dolarizadas y acabó produciendo una enorme crisis que empeoró cuando finalmente se eliminó la paridad peso/dólar.

Ahora imaginemos que en EE. UU. una empresa muy grande emite 100 000 millones de stablecoins y los vincula al dólar. La empresa tiene éxito y cuenta con suficientes activos (incluidos bonos o letras del Tesoro estadounidense) para garantizar el valor de la moneda. Sigue emitiendo más stablecoins pero, entonces, sus finanzas empeoran.

Esto desencadenaría una reacción en cadena. En algún momento, los inversores se darían cuenta de que la empresa ha emitido más stablecoins que el valor de los bonos del Tesoro estadounidense que afirma tener. Empezarían a devolver los stablecoins, lo que llevaría a la empresa a vender sus bonos para calmar (probablemente sin éxito) a los nerviosos inversores.

Los efectos no tardarían en propagarse. Una venta masiva de bonos estadounidenses reduciría el precio de los propios bonos, provocando un repunte de los tipos de interés en Estados Unidos. Un aumento repentino, inesperado y drástico de los tipos de interés estadounidenses podría traducirse fácilmente en una crisis financiera mundial, pues los bancos y los gobiernos de todo el mundo se enfrentarían de repente a la crisis de solvencia estadounidense.

La regulación no es garantía

Obviamente, esto no tiene por qué ocurrir. Con la nueva legislación, las empresas que emitan stablecoins estarán reguladas, y los reguladores se asegurarán de que tengan suficientes reservas para cumplir sus promesas si los inversores entran en pánico.

Sin embargo, los reguladores financieros no son infalibles. Hace sólo unos años, en 2023, no se dieron cuenta de que el Silicon Valley Bank tenía demasiados activos en riesgo. Este descuido provocó finalmente el colapso del banco.

Por tanto, no es difícil imaginar una situación en la que varias empresas puedan emitir irresponsablemente demasiadas stablecoins. Si esto ocurre, las consecuencias podrían ser nefastas, no sólo para Estados Unidos sino para toda la economía mundial.

Sergi Basco, Profesor Agregado de Economia, Universitat de Barcelona

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.


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