Quien pueda tener en sus manos un telescopio pronto descubrirá que hay pocas vistas más espectaculares que el magnífico planeta anillado, Saturno.
Sin embargo, en los últimos días han corrido como la pólvora por las redes sociales una serie de artículos que alertan de que estos anillos están borrándose a toda velocidad y desaparecerán por completo en 2025.
¿Significa eso que los próximos meses, antes de que Saturno desaparezca del cielo nocturno, tendremos nuestra última oportunidad de ver sus fascinantes anillos?
La respuesta es rotundamente no. Si bien es cierto que los anillos se volverán casi invisibles desde la Tierra en 2025, no es ni una sorpresa ni una razón para alarmarse, porque “reaparecerán” poco después. He aquí por qué.
La Tierra se inclina
Para entender por qué cambia nuestra visión de Saturno, empecemos por considerar la Tierra en su viaje constante alrededor del Sol. Ese viaje nos lleva a través de las estaciones: del invierno a la primavera, del verano al otoño, y viceversa.
¿Cuál es el origen de las estaciones? En pocas palabras, vista desde el Sol, la Tierra está inclinada hacia un lado. Concretamente, nuestro ecuador está inclinado unos 23,5 grados respecto al plano de nuestra órbita.
¿Cuál es el resultado? A medida que nos movemos alrededor del Sol, inclinamos alternativamente un hemisferio y luego el otro hacia nuestra estrella. Cuando nuestro hemisferio está más inclinado hacia el Sol, los días son más largos que las noches y experimentamos la primavera y el verano. Cuando está más alejado, los días se vuelven más cortos y las noches más largas, y se experimentan el otoño y el invierno.
Desde el punto de vista del Sol, la Tierra parece “cabecear” hacia arriba y hacia abajo, mostrando alternativamente sus hemisferios mientras se mueve alrededor de nuestra estrella.
Saturno, un mundo gigante inclinado
Al igual que la Tierra, Saturno experimenta estaciones, pero más de 29 veces más largas que las nuestras. Mientras que el ecuador de la Tierra está inclinado 23,5 grados, el de Saturno lo está 26,7 grados. ¿Cuál es el resultado? A medida que Saturno se mueve a través de su órbita de 29,4 años alrededor de nuestra estrella, también parece cabecear hacia arriba y hacia abajo, visto tanto desde la Tierra como desde el Sol.
¿Y los anillos de Saturno? Este enorme sistema de anillos, formado por trozos de hielo, polvo y rocas, se extiende hasta algo más de 280 000 km de distancia del planeta. Pero es muy delgado: en la mayoría de los lugares, sólo tiene decenas de metros de grosor. Los anillos orbitan directamente sobre el ecuador de Saturno, por lo que también están inclinados respecto al plano de su órbita.
¿Por qué “desaparecen” los anillos de Saturno?
Los anillos son tan finos que, vistos desde lejos, parecen desvanecerse desde ciertas perspectivas. Esto se puede visualizar fácilmente cogiendo una hoja de papel y girándola hasta que esté de canto: el papel casi desaparece de la vista.
A medida que Saturno gira alrededor del Sol, nuestro punto de vista cambia. Durante la mitad de la órbita, su hemisferio norte está inclinado hacia nosotros y la cara septentrional de los anillos del planeta también.
Cuando Saturno se encuentra al otro lado del Sol, su hemisferio sur apunta hacia nosotros y vemos la cara meridional de los anillos.
La mejor manera de ilustrar esto es coger una hoja de papel y mantenerla horizontalmente –paralela al suelo– a la altura de los ojos. Si mueve el papel unos centímetros hacia el suelo, ¿qué ve? La parte superior del papel. Vuelva a mover el papel hacia arriba, a través de la línea de sus ojos, para sostenerlo por encima suya, y podrá ver la parte inferior. Pero al pasar por el nivel de los ojos, el papel casi desaparecerá.
Eso es exactamente lo que vemos con los anillos de Saturno. A medida que avanzan las estaciones en el planeta, pasamos de tener el lado sur de los anillos inclinado hacia nosotros a ver el lado norte. Luego, Saturno se inclina hacia atrás, revelando de nuevo el lado sur.
Dos veces por año saturniano, vemos los anillos de canto y casi desaparecen de nuestra vista. Y eso es lo que ocurrirá en 2025: la razón por la que los anillos de Saturno parecerán “desaparecer” es que los veremos de canto.
El fenómeno ocurre con regularidad. La última vez fue en 2009 y los anillos volvieron a ser visibles gradualmente, en el transcurso de unos meses. En este caso, los anillos se situarán de canto en marzo de 2025. A continuación, volverán a ser visibles gradualmente a través de grandes telescopios, antes de volver a desaparecer en noviembre de 2025. A partir de entonces, los anillos se irán haciendo cada vez más evidentes, reapareciendo primero para los telescopios más grandes en los meses siguientes, hasta volver a vislumbrarse nítidos en un par de años.
Así que, si queremos ver claramente los anillos de Saturno, ahora es nuestra mejor oportunidad… ¡Al menos hasta 2027 o 2028!
Jonti Horner, Professor (Astrophysics), University of Southern Queensland
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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