La educación pospandemia ha dado un giro importante: la incorporación de las tecnologías como parte del proceso de enseñanza y aprendizaje es una realidad que llegó más rápido de lo esperado. Los profesores, estudiantes e incluso padres de familia tuvieron que aprender y reaprender para poder hacer uso de plataformas educativas a través de las cuales se estuvieron llevando a cabo las clases.
Superado el confinamiento, los cambios no parecen haberse mantenido. ¿Qué hacer cuando se continúa con las mismas clases tradicionales, exactamente donde nos quedamos antes de marzo del 2020, en las que se exponen los contenidos y se aprende de manera presencial?
Una de las propuestas que se han convertido, también, en una promesa para la educación es el aprendizaje híbrido o modalidad mixta (conocida en inglés como b-learning, acortamiento de blended learning).
Un aprendizaje híbrido
Combina el uso de tecnologías con las clases presenciales; en términos generales, podría definirse como aquel grupo de propuestas educativas mixtas en las que se utilizan algunos formatos de aprendizaje a distancia por internet y otros formatos electrónicos (simulaciones, vídeos, etc.) complementados con los beneficios de la enseñanza presencial.
Se crea un continuo entre las situaciones de enseñanza–aprendizaje presenciales y las virtuales con más o menos posibilidades de interacción y solapamiento entre una modalidad y otra.
Este enfoque, poco a poco, se ha convertido en parte importante de la nueva agenda para el futuro de la educación. Además, es una alternativa de innovación de menor costo en comparación con las clases virtuales.
Confusión de términos
Sin embargo, aún falta preparación sobre estos temas, ya que se han confundido los términos: muchas de las instituciones educativas consideran que están haciendo uso de esta modalidad con tan solo utilizar alguna plataforma educativa, sin enfocarse en las metodologías utilizadas.
En esos casos, no se ha llevado a cabo una verdadera educación virtual, sino que sólo se trasladó el método de enseñanza tradicional a una pantalla, sin estructura que permita garantizar un aprendizaje significativo en los estudiantes.
La importancia de la planificación
Es aquí donde radica la importancia de una planificación idónea de las estrategias de enseñanza mediadas por tecnología. Estas estrategias deben ayudar al estudiante a transitar por las cinco dimensiones que conforman el aprendizaje significativo: la motivación, comprensión, la funcionalidad, la participación activa y la relación con la vida real. Todo ello se puede lograr a través de la modalidad híbrida.
Es decir, la tarea del docente es doble: por un lado, debe asegurarse de que los estudiantes aprendan los contenidos estipulados en los programas de estudios y, simultáneamente, estimular los procesos superiores de pensamiento.
Capacitación y conocimiento
Existen capacitaciones especializadas en modalidades mixtas que permiten a los docentes conocer mejor el uso de las tecnologías con fines pedagógicos y complementar estas estrategias con las clases frente a grupo en el aula.
Esto debe tomarse como una meta educativa importante, no solo para los profesores, sino para las instituciones de educación. Las instituciones deben estar comprometidas no solo en la incorporación de las tecnologías en sus aulas, sino en la capacitación de sus docentes en el uso de estas con fines pedagógicos. El esfuerzo debe enfocarse en lograr que los estudiantes sean aprendices eficaces, autónomos y sobre todo practiquen de la mejor manera la autogestión.
Nueva cultura del trabajo
Por lo tanto, la meta consiste en atraer a los docentes hacia propuestas dirigidas a la creación de una nueva cultura de organización del trabajo, más allá del uso de aulas y el tiempo de manera convencional. Es decir, que logren integrar y repensar las estrategias desde la mediación tecnológica, haciendo uso del aprendizaje mixto.
De llevarse a cabo lo anterior, las tecnologías se pueden convertir en las principales aliadas en la educación, sobre todo cuando se trata de combinarlas para que el estudiante aprenda tanto en el aula como fuera de ella, siempre con la guía de un docente capacitado en este tipo de ambientes de aprendizaje.
La enseñanza en modalidades mixtas no es estática. Su naturaleza y papel se hallan inexorablemente unidos a las expectativas que tenemos para nuestros estudiantes, a nuestra forma de entender el proceso de aprendizaje humano y a nuestras convicciones acerca de cómo los adultos, y en especial los profesores, pueden orientar a la gente joven en su aprendizaje.
María del Rocío Carranza Alcántar, Profesora e investigadora en Educación, Universidad de Guadalajara
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
--
¿Qué es DUPAO? Somos un magazine de Series y Películas, Ciencia y Tecnología, Marketing y Negocios, Productividad, Estilo de Vida y Tendencias.