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Un nuevo amanecer para Marvel: Franklin Richards y la llegada del Doom (spoilers)

Un nuevo amanecer para Marvel: Franklin Richards y la llegada del Doom (spoilers)

¿Ya viste la reinvención de Marvel Studios de la primera familia del cómic en «The Fantastic Four: First Steps»? Ahora te explicamos lo que significa la relación del nuevo personaje con Dr Doom.

Este artículo contiene spoilers sobre la película The Fantastic Four: First Steps.

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Marvel ha reinventado a la primera familia del cómic en The Fantastic Four: First Steps, centrando su historia en su miembro más inesperado: Franklin Richards, el hijo recién nacido de Reed Richards y Sue Storm. En esta adaptación, el bebé posee habilidades que no sólo redefinen su lugar en el universo Marvel, sino que proyectan su destino hacia sombras más profundas, como la influencia inminente de Doctor Doom.

Franklin Richards: un ser cósmico con destino propio

Desde su gestación, Franklin se revela como un ser extraordinario. Los rayos cósmicos que otorgaron poderes a sus padres han alterado profundamente su ADN, generando en él una capacidad latente que trasciende incluso la de sus progenitores. Lo que parecía ser un niño común es revelado durante el clímax como una entidad con la habilidad de manipular la realidad, alterar la materia, revivir a los muertos e incluso absorber energía cósmica.

Un momento definitorio ocurre cuando Sue Storm se sacrifica para detener una amenaza intergaláctica, y Franklin, con un estallido de energía celeste, la revive en medio del asombro de su familia. Ese acto no solo demuestra su poder, sino que lo coloca en una categoría completamente nueva: más allá de héroes y mutantes, Franklin se perfila como una fuerza de la naturaleza en sí misma.

La película sugiere que Franklin es un nexo entre las dimensiones, el multiverso y el poder cósmico, una figura con el potencial de alterar el equilibrio de todas las realidades. Esta revelación abre la puerta a futuras tramas que lo colocarán en el centro del conflicto entre dioses, héroes y villanos.

Padres ante lo inconcebible

Reed Richards y Sue Storm representan dos reacciones distintas ante lo incomprensible. Reed, desde su lógica científica, intenta comprender y contener los poderes de su hijo, mientras que Sue, desde un lugar más emocional, asume el costo de amar a alguien que tal vez escape al control humano. Esta dualidad atraviesa toda la película, aportando una profundidad inusitada al núcleo familiar de los Cuatro Fantásticos.

La relación con Johnny Storm y Ben Grimm también se ve afectada por la presencia del niño, cuya mera existencia comienza a alterar el entorno. Franklin es más que un nuevo miembro de la familia: es una entidad que redefine la noción de poder en el Universo Marvel.

La sombra de Doom

En la secuencia post-créditos, el tono cambia radicalmente. Una elipsis temporal nos muestra a Franklin con cuatro años, acompañado por un personaje en la sombra: Doctor Doom. Sin su icónica máscara y con un aire enigmático, Doom observa al niño como si contemplara la clave para moldear el universo a su voluntad.

La escena sugiere una relación temprana entre Franklin y Victor Von Doom. Ya no se trata de un villano que enfrenta a los Cuatro Fantásticos con robots o hechizos, sino de un estratega que reconoce en el hijo de sus enemigos una herramienta —o una amenaza—. Doom, en su clásica mezcla de egolatría y visión mesiánica, parece decidido a formar un vínculo con el niño para sus propios fines.

La mirada de Sue Storm, al descubrir la interacción, deja claro que esto es solo el inicio de una guerra ideológica, emocional y posiblemente espiritual por el alma de Franklin Richards.

De lo íntimo a lo épico: rumbo al próximo gran evento

La inclusión de Franklin no es casual: representa un cambio de paradigma en el Universo Cinematográfico de Marvel. Después de sagas centradas en la tecnología, la magia o el multiverso, First Steps plantea una historia que combina el drama familiar con lo cósmico. Franklin no es solo un nuevo superhéroe, sino un símbolo de lo incontrolable, lo divino, lo eterno.

Su existencia marca el inicio de una nueva línea narrativa que culminará en próximos eventos cinematográficos. Franklin no es simplemente un hijo; es una bomba de relojería que podría salvar —o condenar— realidades enteras.

Doom, el nuevo arquitecto del caos

El enfoque en Doctor Doom como figura calculadora, paciente y manipuladora es una decisión que devuelve al personaje su esencia más siniestra. Lejos del estereotipo de villano grandilocuente, esta versión de Doom parece inspirarse en los antagonistas trágicos: aquellos que creen estar haciendo lo correcto al precio de lo impensable.

Su interés por Franklin puede tener muchas lecturas: ¿quiere protegerlo, utilizarlo o moldearlo a su imagen y semejanza? ¿Ve en él un heredero, un adversario o un dios al que rendir culto? Nada queda claro, y eso lo hace aún más perturbador. Marvel opta aquí por la ambigüedad, dejando pistas que se convertirán en semillas para un conflicto mayor.

La nueva familia Marvel

The Fantastic Four: First Steps consigue lo que pocas películas del MCU han logrado en los últimos años: emocionar sin renunciar al espectáculo. La estética sesentera, los conflictos generacionales, la carga mitológica y la reinvención de sus personajes principales convierten esta entrega en un hito. La figura de Franklin Richards, como punto de fuga entre lo humano y lo divino, redefine el futuro del universo Marvel.

A diferencia de otras introducciones de personajes poderosos, Franklin no se nos presenta como un salvador perfecto, sino como una criatura vulnerable y extraordinaria, cuya evolución será vigilada por amigos y enemigos por igual.

El enfrentamiento entre Doom y los Cuatro Fantásticos no será solo físico, sino filosófico: ¿quién tiene derecho a guiar a un dios niño? ¿Sus padres, su ciencia… o la ambición de un hombre que se cree superior a todos?


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