Asistimos a una época histórica en el estudio de los asteroides. En pocas décadas hemos pasado de vivir ajenos a ellos, desconocedores de su gran número y poder destructivo, a enviar misiones para recoger muestras, e incluso desviarlos.
Ahora, la Fundación b612, también conocida como Asteroid Institute, ha anunciado la publicación de ADAM, el primer software en línea para simular futuros impactos de asteroides contra la Tierra.
Recientemente, el descubrimiento del asteroide 2024 YR4 causó mucha confusión en los medios de comunicación. Inicialmente, su órbita estimada indicaba un significativo riesgo de impacto. Pero con mayor número de observaciones y datos más precisos el riesgo disminuyó rápidamente.
Es un buen ejemplo de la relevancia de que los científicos sigamos aplicando el protocolo establecido por Naciones Unidas para advertir los encuentros de riesgo y cuantificar con exactitud la probabilidad de impacto.
Sólo descubriéndolos a tiempo y conociendo sus órbitas con precisión podremos predecir sus movimientos a escala de años, décadas o siglos en el futuro, lo que nos da la oportunidad de paliar sus efectos. La misión DART, de la NASA, demostró que una pequeña sonda es capaz de desviar asteroides de pocos cientos de metros.
El programa de cálculo de probabilidad de impacto ADAM
Como apuntábamos más arriba, Kathleen Kiker acaba de presentar en la 9ª Conferencia de Defensa Planetaria de Ciudad El Cabo, Sudáfrica, un nuevo software en línea que va a ser toda una revolución. ADAM permite estimar de manera gráfica y realista la probabilidad de impacto con los diferentes asteroides conocidos. Previamente, el programa Sentry de la NASA ya había automatizado la identificación de encuentros cercanos con asteroides, por lo que disponemos de una lista de objetos potencialmente peligrosos con los que poder practicar la defensa planetaria.
Poder simular esos encuentros con un programa como ADAM constituye un gran hito y resulta especialmente relevante para popularizar este campo y hacerlo más comprensible a la población. ADAM ya permite hacer los cálculos en línea con sólo indicar el asteroide, la fecha prevista y el objetivo: Tierra o Luna.
El futuro encuentro con el asteroide 2010 RF12
Como ejemplo, se muestra el encuentro con el sistema Tierra-Luna del asteroide 2010 RF12 en la noche del 5 al 6 de septiembre del año 2095. El programa representa múltiples clones que se extienden en el espacio para representar la incertidumbre actual en los elementos orbitales. Eso se traduce en un corredor de riesgo que nos indica las zonas en las que podría esperarse un impacto, lo que facilita prever una evacuación futura, de estimarse necesaria.

ADAM/b612
En otras palabras, ADAM muestra las diferentes geometrías del encuentro para los clones de ese asteroide, representando las posibles trayectorias que seguiría en 2095. Podemos apreciar que la mayoría de clones no impactan, pero un 5,3 % lo hace.

ADAM/b612 Foundation
La revolución de los observatorios Vera Rubin y Flyeye
Obviamente, para evitar o paliar los impactos con asteroides, primero hay que descubrirlos. En ese sentido, estamos a las puertas de una auténtica revolución en el estudio de los pequeños cuerpos del sistema solar. Hasta la fecha hemos llegado a identificar un millón y medio de asteroides desde la aplicación de la fotografía al registro del cielo, es decir, en 225 años.
La cámara digital gigante que alberga el flamante Observatorio Vera Rubin, situado en Chile, dará a conocer en pocos días los primeros resultados de la Investigación del Espacio-Tiempo como Legado para la Posteridad (LSST). Está previsto que ese programa de observación, que rastreará el firmamento completo del hemisferio Sur cada tres días, pueda duplicar el número de asteroides y de otros objetos remotos conocidos en menos de un año.

Hernan Stockebrand/rubinobservatory.org
Por otro lado, la Agencia Europea del Espacio (ESA) está promoviendo una serie de telescopios automatizados llamados Flyeye, que se inspiran en los ojos de un insecto, para escanear el firmamento cada noche. El objetivo es crear una red de telescopios repartidos por todo el globo que sea capaz de detectar todos los asteroides de más de 40 metros de diámetro varias semanas antes de su encuentro con la Tierra. El primero se está probando en el Centro de Geodesia Espacial de la Agencia Espacial Italiana, ubicado en Matera, y será instalado en el Monte Mufara (Sicilia).

ESA / Pietro Moliterni
El reto: monitorizar miles de nuevos asteroides próximos a la Tierra
Con el nuevo programa de monitorización del Observatorio Vera Rubin vamos a ver una explosión de nuevos descubrimientos para los que hay que estar preparados. Se espera poder detectar más de un centenar de nuevos objetos próximos a la Tierra cada noche. Para hacernos una idea de lo que supone, hasta la fecha se han catalogado unos 38 500 de estos cuerpos según el proyecto del Centro de Estudios sobre Cuerpos Menores (CNEOs) del Jet Propulsion laboratory (NASA).
Los nuevos descubrimientos de miles de asteroides, objetos transneptunianos y cometas harán necesaria una apuesta decidida por la investigación científica. Estamos frente a grandes retos para tratar y comprender toda la información que se obtendrá, incluso diariamente.
Parece casi una paradoja que el gobierno de Estados Unidos se plantee recortes en misiones espaciales de gran calado en nuestro conocimiento de los asteroides potencialmente peligrosos como la reutilizada OSIRIS Apex, que se encuentra ya en el espacio. En ese incierto panorama, el progreso en la exploración de los cuerpos menores podría quedar protagonizado por otros países, particularmente China, Japón y la Unión Europea.
Josep M. Trigo Rodríguez, Investigador Principal del Grupo de Meteoritos, Cuerpos Menores y Ciencias Planetarias, Instituto de Ciencias del Espacio (ICE – CSIC)
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
¿Qué es DUPAO magazine? Somos la revista de Culturizando sobre Series y Películas, Ciencia y Tecnología, Marketing y Negocios, Productividad, Estilo de Vida y Tendencias.