Robin Williams fue un ícono de la comedia y el entretenimiento, un actor talentoso y único en su estilo que dejó una huella imborrable en la industria cinematográfica. Sin embargo, su hija, Zelda Williams, ha expresado su profunda preocupación por el uso de la inteligencia artificial para recrear la voz de su padre.
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En una historia de Instagram, compartida por The Hollywood Reporter, Zelda Williams expresó su solidaridad con las protestas del Screen Actors Guild (SAG) en contra del creciente uso de la inteligencia artificial en Hollywood, en parte debido a la manera en que la tecnología se ha utilizado para recrear la inimitable voz de su padre.
Zelda dejó en claro que no puede ser una voz imparcial en la lucha de SAG contra la inteligencia artificial. Durante años, ha sido testigo de cómo muchas personas intentan entrenar estos modelos para crear o recrear actores que no pueden dar su consentimiento, como lo haría su padre.
Desde julio, el gremio de actores está en huelga mientras directores y productores avanzan en sus intentos de reemplazar a los actores con inteligencia artificial. Williams señaló que este uso de la tecnología «no es teórico», sino que es una realidad palpable.
«He escuchado a la inteligencia artificial usar la ‘voz’ de mi padre para decir lo que las personas desean, y aunque personalmente lo encuentro perturbador, las repercusiones van mucho más allá de mis propios sentimientos», escribió Zelda Williams.
Es interesante destacar que Robin Williams participó en dos películas notables relacionadas con la inteligencia artificial: «El Hombre Bicentenario» de 1999, basada en la obra de Isaac Asimov y Robert Silverberg, y la película de Steven Spielberg de 2001, «Inteligencia Artificial», en la que prestó su voz a un holograma llamado «Dr. Know».
Aunque Williams no mencionó por nombre proyectos específicos que hayan utilizado o tengan previsto utilizar replicaciones de la voz o semejanza de su padre mediante inteligencia artificial, no sería el primer actor en ser «resucitado» con esta tecnología.
Según informó la BBC, la proliferación de los «gemelos digitales», o réplicas generadas por inteligencia artificial de personas entrenadas a partir de material audiovisual de su pasado, es extensa. Las empresas se apresuran a licenciar gemelos digitales de todo tipo de personas, desde actores fallecidos hace mucho tiempo como James Dean hasta figuras públicas no relacionadas con el entretenimiento, como Rosa Parks.
Aunque las resurrecciones digitales no son algo nuevo, basta con recordar el infame holograma de Tupac que rapeó junto a Snoop Dogg y Dr. Dre en Coachella en 2012, los avances en inteligencia artificial están haciendo que este uso inquietante sea cada vez más común.
«Los actores en vida merecen la oportunidad de crear personajes con sus elecciones, de dar voz a dibujos animados, de dedicar su esfuerzo y tiempo HUMANO en la búsqueda de la actuación», continuó Williams en su publicación, destacando uno de los mejores argumentos en contra de la clonación mediante inteligencia artificial.
«Estas recreaciones son, en el mejor de los casos, una pálida imitación de personas excepcionales», agregó, «pero, en el peor de los casos, son monstruos horrendos, ensamblados a partir de los peores aspectos de esta industria, en lugar de representar lo que debería ser».
Las palabras de Zelda Williams resaltan un debate ético fundamental en la intersección entre la tecnología y el mundo del entretenimiento. La inteligencia artificial plantea preguntas importantes sobre quién tiene el derecho de utilizar la voz y la imagen de los actores, y cuál debería ser el papel de la tecnología en la preservación y evolución del arte cinematográfico. La lucha del Screen Actors Guild continúa, y la conversación sobre la ética en el uso de la inteligencia artificial en la industria del entretenimiento está lejos de concluir.
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DUPAO
