El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, reveló los planes para The Line , un modelo de planificación urbana futurista.
Literalmente, es una ciudad en línea recta con paredes de espejos que corren paralelas entre sí. Se supone que funcionará con energía 100 por ciento renovable y su clima sería templado gracias a los jardines del cielo y las paredes interiores llenas de flora.
The Line se concibe como una pared gigante de vidrio y espejos de 170 kilómetros de largo, 200 metros de ancho y 500 metros de alto. Eso es más alto que el Empire State Building. Tendrá capacidad para albergar a 9 millones de residentes que viven, trabajan y disfrutan de actividades recreativas dentro de su estructura.
“Los diseños de The Line encarnan cómo serán las comunidades urbanas en el futuro en un entorno libre de carreteras, automóviles y emisiones. Funcionará con energía 100 por ciento renovable y priorizará la salud y el bienestar de las personas sobre el transporte y la infraestructura como en las ciudades tradicionales”, informó la agencia oficial de prensa saudita.
Los residentes tendrán acceso a todas las instalaciones en The Line dentro de una caminata de cinco minutos, además de un tren de alta velocidad con un tránsito de extremo a extremo de 20 minutos.
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