En una entrevista exclusiva, el codirector venezolano JP Sans nos compartió cómo esta película no solo lleva a los Chicos malos a un nuevo nivel, sino que también incorpora un vibrante toque latino que hace que la historia sea aún más cercana y auténtica. Desde el tema universal del cambio hasta detalles culturales como la lucha libre y frases que todos los latinos reconocerán, aquí te contamos cómo The Bad Guys 2 se convierte en una experiencia inolvidable para chicos y grandes.
El cambio como corazón de la historia
En The Bad Guys 2, los personajes que conocimos en la primera película —Wolf, Snake, Piraña, Shark y Tarantula— enfrentan un desafío monumental: mantenerse en el camino de ser “buenos” cuando el mundo sigue viéndolos como los “malos”. Según JP Sans, el tema central de la secuela es cómo navegar los cambios en la vida sin perder tu esencia. “Para mí, la segunda película era sobre cuando la vida te trae un cambio, cómo puedes moverte para adelante y quedarte siendo tú como persona, sin cambiar por lo que te dice la otra gente”, explicó. Este mensaje no solo es el motor de la narrativa, sino también una reflexión que conecta con cualquier espectador que haya enfrentado un momento de transformación.
Cada personaje vive este proceso de cambio a su manera. Por ejemplo, Piraña, el latino del grupo, lucha por mantener las lecciones de su hogar mientras enfrenta nuevas pruebas. “Todos los personajes van por cambios”, dijo JP, destacando que incluso los nuevos personajes, como las Bad Girls, evolucionan a medida que aprenden de las experiencias y decisiones de los protagonistas. La película explora cómo el cambio puede ser algo que eliges —como los Bad Guys intentando ser héroes— o algo que la vida te impone, pero en ambos casos, la clave es mantener tus valores intactos.
JP, como padre de un hijo de casi 12 años, quiso asegurarse de que este mensaje resonara con los más jóvenes. “Quiero que mi hijo vea que hay dificultades que todos vivimos y que se pueda identificar con los personajes”, compartió. Esta intención hace que The Bad Guys 2 no solo sea entretenida, sino también una herramienta para que niños y adultos reflexionen sobre cómo enfrentar los retos sin rendirse.
Las Bad Girls: un espejo del pasado de los Bad Guys
Uno de los elementos más emocionantes de la secuela es la introducción de las Bad Girls, un trío femenino que sacuden la dinámica de la historia. Según JP, estas chicas son un reflejo de lo que los Bad Guys eran en la primera película: personajes etiquetados como “malos” por el mundo, que abrazan esa identidad porque no les dieron otra opción. “Ellas son lo que eran los tipos malos en la primera película”, explicó JP. “Las chicas les recuerdan qué tan divertido era la vida cuando eran los malos, porque ellos la están pasando mal en su vida nueva”.
Las Bad Girls desafían a los protagonistas a reconsiderar sus decisiones, tentando a los Bad Guys con la idea de volver a su antigua vida de crímenes. “Nadie les va a dar el chance que ustedes quieren porque siempre van a ser los tipos malos”, les dicen, según JP esta tensión crea un conflicto fascinante: ¿seguirán los Bad Guys luchando por ser buenos, o cederán a la comodidad de lo que ya conocen? La evolución de las Bad Girls también es clave, ya que su interacción con los protagonistas las lleva a cuestionar sus propias perspectivas y a experimentar su propio proceso de cambio.
Un toque latino que roba el corazón
Como venezolano que creció en América Latina hasta los 10 años, JP Sans trajo un pedacito de su cultura a The Bad Guys 2, haciendo que la película sea especialmente significativa para los espectadores latinos. Uno de los personajes más queridos de los libros de Aaron Blabey, Piraña, es el encargado de llevar esta vibra latina a la pantalla. “Piraña es de Latinoamérica, entonces es bien fácil agregar eso”, comentó JP. Pero no se trata solo de un acento o un estereotipo; los detalles culturales están tejidos con cariño y autenticidad, reflejando experiencias que cualquier latino reconocerá.
Uno de los momentos más entrañables es cuando Piraña, en un gesto que mezcla humor y nostalgia, dice “sana sana, colita de rana”. JP explicó que esta frase, que su madre le decía cuando era niño, es “súper normal en Latinoamérica”. “Me reía solo porque quería que Piraña lo dijera, porque es algo que todos conocemos”, compartió. Este pequeño detalle transforma a los Bad Guys en una especie de familia latina, donde las tradiciones y el calor humano están presentes incluso en medio de sus locas aventuras.
Pero eso no es todo, JP también incorporó elementos de la lucha libre, un pilar de la cultura pop latina, para darle un giro único a la película. “Quería ser esa voz para nosotros, de Latinoamérica, poner en la película”, dijo, destacando su orgullo por representar su herencia en un proyecto de esta magnitud.
La animación como vehículo de emoción
Para JP, la animación no es solo un medio visual; es una forma de actuación. “Para ser animadores, debemos ser actores también. Tenemos que saber exactamente qué está pasando con los personajes mentalmente, emocionalmente, para saber a dónde ir”, explicó. Esta filosofía se refleja en cómo los personajes de The Bad Guys 2 transmiten sus luchas internas y sus momentos de crecimiento. Cada movimiento, cada expresión, está diseñado para que el público se conecte con sus emociones, desde la valentía de Wolf hasta la chispa caótica de Piraña.
El proceso de cambio de los personajes se siente real porque los animadores, bajo la dirección de JP y Pierre Perifel, se sumergieron en sus motivaciones. Por ejemplo, JP mencionó que, como animador en la primera película, siempre preguntaba: “¿Por qué Wolf hace esto? ¿Qué está pensando aquí?”. Esta curiosidad por los personajes se trasladó a su rol como codirector, permitiéndole moldear una historia donde cada decisión importa y cada cambio tiene peso.
Por qué The Bad Guys 2 es un must en el cine
The Bad Guys 2 no es solo una secuela; es una celebración del cambio, la identidad y la riqueza cultural. Con un mensaje que invita a abrazar los retos sin perder quién eres, esta película habla directamente al corazón de un público que enfrenta un mundo lleno de transformaciones. Como dijo JP Sans, “es bien fácil regresar a lo que conocías porque era fácil y lo conoces. Para mí era cómo uno puede moverse para adelante con los cambios que la vida te manda y seguir siendo quien eres”.
Ya sea que te identifiques con la lucha de los Bad Guys por redimirse, te rías con las ocurrencias de Piraña o te emociones con el viaje de las Bad Girls, esta película tiene algo para todos. Así que no lo pienses más: reúne a tu pandilla, prepárate para un buen rato en el cine y déjate llevar por esta aventura animada que combina humor, corazón y un orgulloso toque latino.
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