El último viaje de Deméter (reseña)

Por Rubén Peralta |  Clemens (Corey Hawkins) se alegra cuando consigue un trabajo a bordo del Demeter después de salvar la vida del joven Toby (Woody Norman) en el último segundo. Al fin y al cabo, los intentos del hombre de piel oscura de ejercer la medicina no tuvieron éxito, a pesar de tener la mejor formación. Pero la alegría no dura mucho. Primero encuentran a Anna  Aisling Francios ), que padece una enfermedad grave. Mientras que el primer oficial Wojchek (David Dastmalchian) y los otros hombres quisieran tirar al polizón por la borda, el capitán Elliot de Clemens (Liam Cunningham)tiene que convencer a Anna para que la cuide hasta que recupere la salud. Pero entonces comienza el verdadero problema. Primero, todos los animales del barco tienen extrañas marcas de mordiscos en el cuello, luego un hombre desaparece sin dejar rastro. Y eso es sólo el principio, porque sin saberlo, la tripulación (Javier Botet) trajo un monstruo al barco…

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Drácula de Bram Stoker es sin duda una de las novelas de terror más importantes. Innumerables películas dieron lugar a clásicos estrenados en 1897. Algunas son adaptaciones directas, incluido el éxito de taquilla del mismo nombre de 1992. Otros títulos como Renfield o House of Darkness se inspiraron al menos en el libro. Con El último viaje de Deméter llega a nuestros cines una película que ocupa una especie de posición intermedia. Así, la obra se basa en la influyente obra, más precisamente en un capítulo del libro que trata sobre el cruce del vampiro de Transilvania a Inglaterra. Esto también se retomó ocasionalmente en adaptaciones, por ejemplo en la serie Drácula. Sin embargo, la mayoría de las veces la sección es muy corta, precisamente porque la plantilla también era corta.

Personas más inteligentes han publicado numerosos ensayos que vale la pena leer sobre por qué dicho séptimo capítulo funciona tan bien. Quizás en pocas palabras. Stoker elige varios fotogramas diegéticos apasionantes para permitirnos experimentar el miedo del capitán. El séptimo capítulo es básicamente una entrada de diario de Mina Harker y su naturaleza de novela epistolar ya proporciona un primer nivel de la autenticidad reivindicada. En este diario está ´pegado` un artículo de periódico que informa sobre el misterioso descubrimiento del Demeter. De repente aparece una goleta en el puerto de Whitby a toda vela; sólo que el barco está desierto, aparte del cadáver del capitán, que ha sido atado al timón. Después de breves complicaciones legales, se encuentra un libro de registro, que ahora se nos presenta como la «fuente original» en el artículo. 

El juego de Stoker tiene tres niveles diegéticos. En realidad, tomemos las siguientes descripciones del capitán al pie de la letra (un ejemplo comparable de travesuras diegéticas del mundo del cine se menciona brevemente mediante el uso de dos aviones cinematográficos en Holocausto Canibal de Ruggero Deodato). Pero también funciona desligada de la novela como relato breve. La aparición del Deméter confronta inmediatamente el intrínseco je ne sais pas del gótico, porque ¿cómo puede un barco atracar en un puerto sin tripulación? ¿Qué pasó con la tripulación? Preguntas interesantes cuyas respuestas queremos saber.

Es aún más notable que El último viaje de Deméter  no se base exclusivamente en este capítulo, la película incluso lo ha ampliado a casi dos horas. No se hace ningún favor a ti mismo ni al público. De hecho, la longitud es uno de los puntos débiles que entre medias se vuelve bastante duro. Por supuesto, la configuración tiene bastantes limitaciones. No sólo eso, casi toda la historia transcurre a bordo del barco. Las escenas también tienen lugar principalmente de noche, ya que Drácula tiene que permanecer escondido del sol durante el día. Pero incluso con estas limitaciones, mucho habría sido posible Alien, que básicamente contó una historia muy similar en 1979 y es una de las mejores películas de terror de todos los tiempos. Difícilmente se puede decir lo mismo de esto, de hecho, el resultado es un poco decepcionante.

Al hacerlo, hicieron bastantes cosas bien. La ubicación es una gran ventaja cuando el barco está abarrotado y, aun así, tiene una sorprendente cantidad de lugares escondidos. Si luego le sumas las tomas nocturnas antes mencionadas y el mar tormentoso, se crea una atmósfera muy buena. De vez en cuando también hay escenas realmente apasionantes en las que la película aprovecha su potencial. Simplemente no sucede con suficiente frecuencia. El experimentado director André Øvredal (Historias de miedo para contar en la oscuridad, La autopsia de Jane Doe)trabaja para no proporcionar tensión en todo momento. Entonces faltan ideas, tanto en términos de puesta en escena como de contenido, para mantener contento al público. Ya hay más que suficientes sobresaltos sin inspiración en otros lugares, que tampoco habrían sido necesarios aquí.

Pero los personajes también son un punto débil. Realmente no tienen tanta personalidad. El hecho de que a Clemens, como hombre de piel oscura, no se le permitiera convertirse en médico es sin duda una cuestión importante. Simplemente no tiene nada que ver con Drácula, nunca se integra realmente en la historia. También es molesto que la gente se comporte de forma especialmente estúpida. Por supuesto, es más fácil criticar desde una butaca de cine distante que si uno mismo se encontrara en esa situación. Además, el género de terror está lleno de ejemplos en los que los personajes tienen que ser estúpidos para que el escenario funcione. Sigue siendo molesto cuando simplemente se ignoran los métodos de acción obvios, sólo para que la bestia pueda seguir cazando sin ser molestada. Al final, eso es suficiente para la media, el momento más esperado es el último viaje del Demeter. pero no llegar a ser.

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