El mundo de la dieta y la salud está lleno de tendencias que van y vienen, y una de las más recientes que ha capturado la atención de muchos es el ayuno intermitente. Desde celebridades hasta expertos en salud, todos han hablado sobre los posibles beneficios de restringir las horas de alimentación. Sin embargo, un estudio presentado en la última reunión de la Asociación Estadounidense del Corazón arroja luz sobre una preocupación alarmante: ¿podría el ayuno intermitente representar un riesgo para la salud cardiovascular?
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El estudio: Una revelación inesperada
El análisis de datos de más de 20.000 adultos en los Estados Unidos durante un período de 15 años ha dejado a los investigadores sorprendidos. Aquellos que siguieron un patrón de alimentación restringido de 8 horas, comúnmente conocido como ayuno intermitente, mostraron un aumento del 91% en el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular en comparación con aquellos que siguieron un horario más tradicional de comer a lo largo de 12 a 16 horas al día.
«Nos sorprendió descubrir que las personas que seguían un horario de alimentación de 8 horas tenían más probabilidades de morir de enfermedades cardiovasculares», señala el autor principal del estudio, Victor Wenze Zhong, de la Universidad Jiao Tong de Shanghai.
Impacto en personas con enfermedades crónicas
Pero la sorpresa no termina allí. El estudio también encontró que este aumento en el riesgo de muerte cardiovascular se aplicaba también a personas que ya vivían con enfermedades cardíacas o cáncer. Aquellos con enfermedad cardiovascular existente y que seguían un patrón de alimentación restringido tenían un 66% más de riesgo de morir por enfermedad cardíaca o un derrame cerebral.
Por su parte, las personas con cáncer mostraron una mayor probabilidad de morir de la enfermedad si seguían una dieta con restricción de tiempo en comparación con aquellos que mantenían una duración de alimentación de al menos 16 horas al día.
La perspectiva hispana: Sorprendentes hallazgos
Entre los participantes hispanos en el estudio, quienes representaban solo el 11%, se encontraron cifras que sorprendieron a los investigadores. En el marco del estudio de Apple Heart & Movement, cuyo propósito es mejorar la comprensión de la salud y la actividad cardíacas, se determinó que el 50,2% de los hispanos alcanza los niveles de actividad física recomendados, mientras que el 20,9% muestra niveles de aptitud cardiovascular superiores al promedio. Es fundamental priorizar hábitos alimenticios balanceados y la práctica regular de actividad física para protegerse de los riesgos cardiovasculares.
Esto plantea la pregunta: ¿existe un factor genético o cultural que contribuye a esta aptitud superior entre los hispanos? Los investigadores están intrigados y sugieren que se necesitan más estudios para comprender completamente estos hallazgos.
Más allá del ayuno: La calidad de la dieta importa
A pesar de estos resultados, los expertos enfatizan que la calidad de la dieta es crucial. «Basándonos en la evidencia hasta ahora, centrarse en lo que las personas comen parece ser más importante que centrarse en cuándo comen», dice Zhong.
El ayuno intermitente ha sido elogiado por sus posibles beneficios para perder peso y mejorar varios indicadores de salud. Sin embargo, también ha sido criticado por no abordar la calidad de los alimentos consumidos durante las horas permitidas.
«¿Qué pasa si tengo una ventana de alimentación de ocho horas pero como Pop Tarts y Cheetos y bebo Coca-Cola durante ese tiempo? No soy partidario de eso a largo plazo. Creo que eso podría ser problemático», advierte Christopher Gardner, director de estudios de nutrición en el Centro de Investigación Preventiva de Stanford.
Como con cualquier nuevo desarrollo científico, todavía falta mucho por analizar. Lo importante es que los pacientes siempre deben consultar con su médico antes de realizar cambios en sus regímenes alimenticios o de salud.
Claves para un corazón saludable
De acuerdo con Life’s Essential 8, un marco establecido por la American Heart Association, se recomienda al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana, además de actividades de fortalecimiento muscular al menos dos días por semana.
Si bien el ayuno intermitente puede tener beneficios para algunas personas, no es una solución universal. Es crucial considerar también otros factores como la actividad física regular y una dieta balanceada.
- Mantén la Actividad Física Regular: Apunta a al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada por semana, como caminar rápido, andar en bicicleta o bailar. También intégrate al menos dos días de entrenamiento de fuerza para fortalecer los músculos.
- Prioriza una Dieta Balanceada: Opta por alimentos frescos y nutritivos, como frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras. Limita el consumo de alimentos procesados, azúcares añadidos y grasas saturadas.
- Consulta con un Profesional de la Salud: Antes de realizar cambios significativos en tu dieta o rutina de ejercicios, es importante hablar con un médico o nutricionista. Ellos pueden brindarte orientación personalizada basada en tu historial médico y necesidades individuales.
- Escucha a tu Cuerpo: Reconoce las señales que te envía tu cuerpo durante el ejercicio y el ayuno. Si experimentas mareos, debilidad extrema o cualquier síntoma preocupante, detén la actividad y busca atención médica.
- Explora Otras Formas de Ayuno: Si estás interesado en el ayuno intermitente, considera otras formas menos restrictivas, como el ayuno de días alternos o el ayuno en días selectos de la semana. Siempre asegúrate de hacerlo bajo supervisión médica.
Una mirada cautelosa al ayuno
En última instancia, los hallazgos de este estudio sugieren que el ayuno intermitente, especialmente en un patrón de 8 horas, podría no ser la panacea para la salud cardiovascular. Para aquellos con enfermedades crónicas o factores de riesgo, se aconseja una mirada cautelosa y una dieta equilibrada.
Si bien el ayuno intermitente sigue siendo un tema de interés y debate en el mundo de la salud, los investigadores subrayan la necesidad de más estudios a largo plazo para comprender completamente sus efectos sobre la salud.
En un mundo donde las tendencias dietéticas y de salud vienen y van, la clave sigue siendo la misma: una dieta balanceada, ejercicio regular y consultas regulares con profesionales de la salud para tomar decisiones informadas sobre nuestra salud cardiovascular.
Con información de: Apple Heart & Movement / American Heart Association / USA today / Washington Post
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Autor:
DUPAO life
